Tras 15 años dedicado a la comunicación financiera y al análisis económico, seguro que he cometido muchos errores. Pero espero que también haya aprendido algunas cosas. Una de ellas es la importancia del rigor a la hora de utilizar los datos.
Es de sobra conocido el dicho de que hay mentiras, grandes mentiras y luego están las estadísticas. Los datos, si se usan mal o fuera de contexto, pueden perjudicar más que ayudar. El lector de un texto, y más cuando tiene un componente comercial, debe siempre tener una mirada escéptica y crítica. ¿Está siendo este dato usado correctamente?
Un caso que me parece relevante y muy actual es el de las comparaciones de rentabilidades y el papel de la divisa. El ejemplo más claro y que sirvió de inspiración para escribir estas palabras es la comparación entre los mercados bursátiles estadounidenses y europeos durante 2022.
¿Lo ha hecho mejor la bolsa de Europa que la de Estados Unidos este año?
Esta pregunta, que parece muy sencilla de responder, no lo es tanto. Veámoslo.
Si miramos los índices «brutos» en cualquier plataforma como Investing.com vemos cómo el índice estadounidense más seguido, el S&P 500, caía a 18 de noviembre un -17% vs. «solo» el -8,7% del Eurostoxx.
¿Quiere decir esto que un inversor español, cuya moneda de referencia es el euro, habría perdido casi el doble invirtiendo en un fondo indexado al S&P 500 frente a un fondo indexado al Eurostoxx?
La respuesta es que no, por el efecto divisa. Este año en particular el comportamiento del par EUR/USD es clave en estas comparaciones, dado que en lo que llevamos de 2022 hasta el 18 de noviembre, el billete verde se ha apreciado un 8,5% frente al euro. Un movimiento muy notable.
La importancia de la divisa en la comparación de rentabilidades
Así, si ajustamos los datos anteriores de rentabilidad de los índices por la divisa y los medimos en una divisa común (euros), la caída del S&P 500 se reduce al 9,1%, prácticamente lo mismo que el Eurostoxx (-8,7%). En el caso del principal índice español, el Ibex 35, la caída es algo menor (-6,7%), pero sigue siendo una diferencia pequeña.
Ahora bien, la cosa cambia si cambiamos de índice y en lugar de mirar el S&P 500 (que representa a las 500 compañías cotizadas más grandes de EE.UU.) cogemos el índice tecnológico NASDAQ, que ha caído un -22% en euros (vs. -8,7% Eurostoxx). Ahí sí vemos un claro underperformance (peor comportamiento relativo) del mercado estadounidense frente al europeo. Pero estaríamos comparando un índice sesgado sectorialmente con un índice general, por lo que la comparación no sería precisa.
Grandes divergencias sectoriales en 2022
Por el contrario, si tomáramos al Dow Jones como referencia del mercado americano, un índice con mayor peso de sectores más “tradicionales” (por ejemplo, Information Technology pesaba un 19,5% frente al 26,3% del S&P 500 a cierre de octubre), éste registraba una rentabilidad positiva durante este año del +1,5% en euros (de nuevo, a 18 de noviembre).
Fuente: perpe.es
(Todos los datos de rentabilidades ajustados por la divisa provienen de la página web del analista independiente “Perpe”, quien realiza un gran trabajo de seguimiento de datos de mercado y macroeconómicos).
En definitiva, aunque en apariencia mirando los datos de forma superficial podríamos ver cómo las bolsas europeas lo han hecho mejor que la estadounidense, la realidad no es tan simple.
Esta cuestión también es relevante a la hora de comparar entre diferentes vehículos de inversión con índices de referencia. Pero ese tema lo dejamos para otra ocasión. La idea que queremos transmitir es que dependiendo de cómo se usen los datos, las conclusiones pueden cambiar de forma significativa. De ahí la importancia de conocer muy bien de lo que se habla.
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