Todos los meses el banco de inversión Bank of America Merril Lynch (BofAML) publica los resultados de una encuesta que realiza a alrededor de 200 gestores de fondos globales, cuyos activos bajo gestión suman unos 600.000 millones de dólares. Estos resultados constituyen una interesante referencia para quienes seguimos de cerca los mercados y la industria de gestión de activos.
En el caso de la edición más reciente, las preguntas se llevaron a cabo a principios de abril, una vez iniciado el rebote en el que están inmersos -con sus pausas- los mercados bursátiles. Pero, aun así, los resultados de la encuesta reflejan un elevado pesimismo, que sin duda está justificado, al menos parcialmente, por la actual situación.
Uno de los datos más destacables es que los niveles de liquidez de estos fondos (el dinero que no se ha puesto a trabajar y que se mantiene en la cuenta corriente) aumentaron hasta el 5,9% desde el 5,1% del mes anterior. El dato en términos absolutos puede no decir mucho, pero se trata del dato más elevado desde el 11 de septiembre de 2011 tras los atentados de las Torres Gemelas, y es más alto que la media de los últimos 10 años (está en el 4,6%). Según BofAML, más allá del fácil titular, este dato refleja el “pesimismo extremo de los inversores”, que normalmente tiende a señalar momentos de compra interesantes.
Ahora bien, la palabra “normalmente” es importante. Más aún cuando la historia reciente puede no aplicar ante un escenario que, tanto en la economía como en los mercados, no tiene precedentes. Y de haberlo, quizá 1918 sea el más cercano.
En cualquier caso, el posicionamiento de estos gestores refleja mucha prudencia ante la extrema incertidumbre actual, a pesar de las abruptas caídas en los precios y su consecuente efecto en las valoraciones a largo plazo.
Como vemos en el siguiente gráfico, analizando el posicionamiento histórico, los gestores se han volcado hacia activos considerados defensivos. No solo hacia el efectivo y los bonos, sino también hacia sectores bursátiles que suelen sufrir menos en condiciones económicas adversas, como la salud, el consumo básico o los servicios públicos. También llama la atención la preferencia hacia el mercado estadounidense frente al europeo, algo que ha sido una constante en la última década. Por el lado contrario, los inversores están huyendo del sector energético, ante un mercado del petróleo con un exceso de oferta descomunal, y de otros sectores más sensibles a la actividad económica como los materiales básicos, la industria o los bancos.
A pesar de lo que pueda parecer, el dilema que tienen encima de la mesa los inversores y gestores de fondos no es en absoluto sencillo. Nadie duda de lo complicada e incierta que es la situación que tenemos por delante. Por ejemplo, según Goldman Sachs, la recesión que se está cocinando será mucho peor que la Gran Crisis Financiera. Parece claro que está más que justificado tener altos niveles de liquidez, como refleja la encuesta. ¿O no? ¿Por qué, entonces, nos encontramos con algunos gestores de extensísima trayectoria y gran éxito (como Bill Miller o Seth Klarman, entre otros) que han visto en esta crisis una importante oportunidad de inversión?
Porque, en pocas palabras, las cosas no son tan fáciles. Desde la perspectiva de la inversión en valor, por ejemplo, tal y como dijo recientemente el gran Howard Marks, “la inversión inteligente tiene que basarse en la relación entre precio y valor. En otras palabras, no debemos preguntarnos si el colapso irá más allá, sino más bien, si el colapso hasta la fecha ha hecho que los activos coticen a unos precios razonables, si están sobrevalorados dados los fundamentales o si se han vuelto baratos”. Y esos fundamentales no dependen de los beneficios y flujos de caja que las empresas vayan a obtener durante este año, que seguro van a sufrir, sino en los números que van a registrar en los próximos muchos años. De ahí que ante las fuertes caídas de los precios en un contexto de pánico vendedor, algunos gestores huelan a oportunidad en empresas donde, por un lado, estiman que la capacidad de generación de beneficios a largo plazo no se ha visto dañada, y por otro, perciben que están bien preparadas para superar con solvencia los malos momentos. Cuando hay empresas cuyo valor de mercado está asumiendo que con casi toda una seguridad van directas a la quiebra, su mera supervivencia ya generaría grandes retornos.
Además de explicar el dilema al que se enfrentan inversores y gestores, quería acabar esta pieza con un dato adicional de la encuesta. En un momento en el que el foco de los mercados ya no está en lo catastróficamente malos que van a ser los datos del primer semestre de 2020, sino en cómo será la recuperación, es interesante mostrar las expectativas de los gestores encuestados. Éstos en su mayoría prevén un escenario de recuperación en U, es decir, tras el colapso la recuperación no será inminente (como lo sería el escenario en V), sino más bien gradual. Asimismo, gana el porcentaje de gestores que ven un escenario en W frente al de V, ante una potencial segunda oleada de contagios por el virus que potencialmente lleve a las autoridades a volver a decretar el confinamiento.
A pesar de los datos de la encuesta, la acción del precio de los mercados bursátiles en las últimas semanas parece sugerir que los inversores son relativamente optimistas acerca del escenario de recuperación, una vez pase lo peor. Las actuaciones de los bancos centrales y medidas de los gobiernos en materia fiscal son, desde luego, un factor que está detrás de este optimismo (otra cosa es cuáles serán sus efectos en el medio y largo plazo). ¿Serán los gestores más agresivos recompensados con fuertes subidas continuadas, o será recompensada la prudencia de aquellos más cautos que están guardando altas dosis de munición a la espera? Como siempre, el tiempo será el juez que dicte sentencia.
Hola Angel buenos dias
Te sigo en twitter lo que escribes es muy interesante y el tema de las materias primas… uranio,oro y petroleo me interesa mucho
El futuro nadie sabe lo que va a pasar pero se valiente y mojate a que precio ves a 2 o 3 años vista
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Saludos cordiales
Hola Xavier,
Muchas gracias por tus palabras.
Dado que el comentario no está estrictamente relacionado con lo tratado en el artículo, prefiero contestarte por privado.
Un saludo